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Habilidades grafomotoras y preescritura 1


NIVEL DE INTERVENCIÓN Cuadernos 1, 2, 3 y 4 Los trazos estáticos Llamamos trazos estáticos a aquellos que no precisan modulación de la muñeca de la mano. Corresponden a la primera fase del desarrollo de la independencia de los segmentos largos del brazo: hombro y codo. Utilizaremos en este nivel los siguientes útiles: El crayón y el lápiz para la realización de las fichas en los cuader­nos. El crayón debe emplearse al inicio de las series de los palo­tes, y también siempre que el niño tenga un bajo nivel de coordinación visomotora global, o su tono sea más alto o bajo que lo normal. Ello le permitirá reforzar su percepción del contraste tónico, así como ser menos exigente, al producir una huella más gruesa, en el ajuste de su movimiento sobre las refe­rencias visuales de los puntos. El lápiz se utilizará en el resto de los casos y es el útil base, que permanecerá hasta el final del ciclo de estimulación y desarrollo de las habilidades grafomotoras. La tiza cuadrangular es la preferida por los educadores en los trabajos de pizarra, porque, como indicamos anteriormente, permite una mejor prensión y facilita de un modo más intenso la percepción de contraste. Debe utilizarse siempre que deseemos reforzar este proceso, o el de la direccionalidad. La cera, proveniente del nivel anterior, puede utilizarse en el mismo sentido que la tiza, en el papel. ACTIVIDADES Objetivos: Hábitos perceptivos espaciales vertical y horizontal completos, crecientes y decrecientes. Recomendaciones: Debe ayudarse al niño al inicio en su desplazamiento del útil sobre el cuaderno, teniendo en cuenta tres aspectos: Al desplazar la mano del niño, sujeta por la muñeca con nuestra mano, impediremos que el niño se detenga en cada punto y per­mitiremos que perciba que el trazo es un solo movimiento, en el que los puntos son sólo referencias para que éste discurra sobre coordi­nación visomotora, el ojo guía a la mano. El lápiz debe estar situado sobre el papel de tal manera, que, al desplazarse de arriba para abajo, el niño tenga siempre visibles los puntos, sin necesidad de ladear la cabeza. El cuaderno se pondrá siempre en posición vertical al eje del cuerpo del niño y ligeramente desplazado hacia la derecha en los diestros, así como hacia la izquierda en los zurdos, para faci­litar el desplazamiento del brazo en relación con el eje. No olvidemos que son los segmentos largos —hombro y codo— los que se están poniendo en situación activa en los palotes. Lo que se está poniendo en juego para su percepción en los trazos creciente y decreciente es la capacidad de controlar la detención del movimiento desarrollando el proceso de inhibición motriz que permitirá la interiorización de las imágenes. EJERCICIOS Las estructuras: la cruz y el aspa: Recomendaciones: la cruz es la primera estructura como tal. Está formada por el cruce del palote vertical con el horizontal. No importa que la inicie con el trazo vertical o el horizontal, lo importante es prestar atención a que el niño sitúe correctamente el lápiz en la posición ade­cuada para poder ver los puntos en ambos casos, así como que cada pa­lote se realice mediante un solo movimiento, en el cual la muñeca no se debe mover y que la direccionalidad sea la correcta, de arriba-abajo e izquierda-derecha. No olvidemos que siguen siendo los segmentos lar­gos los que se movilicen para la realización de estos trazos. Los trazos oblicuos: Objetivos: Hábito perceptivo espacial: trazo oblicuo de construcción ascen­dente. Hábito perceptivo espacial: trazo oblicuo de construcción descen­dente. El aspa: Recomendaciones: es necesario insistir, especialmente, en la posición del útil; también debemos insistirle al niño que no mueva el cuaderno, di­ciéndole: “porque así es más fácil”, porque el “juego” consiste en realizarlos sin mover el cuaderno de
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